Trigo: claves para un buen manejo de las enfermedades

En una charla online, la experta del Inta Pergamino, Lucrecia Couretot, brindó sus recomendaciones. La paleta de fungicidas de Sumitomo Chemical se fortalece con una carboxamida.

Claves para un buen manejo de las enfermedades en Trigo.

Con la campaña de trigo ya en un estadio avanzado, los reportes sobre apariciones de enfermedades comienzan a multiplicarse.
En este marco, Sumitomo Chemical organizó una charla online en la que la experta del Inta Pergamino, Lucrecia Couretot, brindó recomendaciones para el manejo y control de los ataques de hongos.

Un aspecto clave que enfatizó la especialista a la hora de los monitoreos es no confundir con daños por enfermedades a síntomas provocados por factores abióticos como estrés hídrico, heladas o fitotoxicidad.

“En el monitoreo siempre hay que cuantificar la situación del tallo principal, sin contabilizar macollos, y tomando como parámetro las hojas con lígula visible y más del 30 por ciento del área verde. En trigo, hay que proteger hoja bandera, y hoja bandera -1 y -2, y también puede ser -3 en variedades de alto potencial”, enfatizó Couretot.

También subrayó que las apariciones de enfermedades están ocurriendo cada vez más temprano, lo que obliga a ajustar los monitoreos: hasta 2016, las primeras pústulas de roya amarilla, por ejemplo, se observaban recién en septiembre. En los últimos años, han llegado a observarse hasta en julio.

Couretot hizo hincapié en que, a la hora de evaluar los lotes, siempre para el muestreo hay que analizar hojas desplegadas y hay que obtener un número concreto tanto de incidencia como de severidad. En el caso de la incidencia –hojas enfermas sobre el total analizado en una muestra–, en las royas es cuando se observa al menos una pústula; en manchas, cuando hay una de al menos dos milímetros de longitud.
Para la asesora del Inta Pergamino, los monitoreos ya deben comenzar desde la emergencia del cultivo, con una frecuencia cada siete días. Pero si hay pústulas, hay que acortarla.

No dormirse es clave: diversos estudios muestran que, en roya amarilla, por cada uno por ciento de incremento en la severidad, se pierden entre 53 y 74 kilos por hectárea. En roya de la hoja, 40 kilos; en roya del tallo, 70 kilos.

Soluciones de Sumitomo Chemical

En este contexto, Mauro Balza, Experto Técnico de Producto South Region de Sumitomo Chemical, presentó las soluciones para enfermedades en trigo de la compañía.

En la actualidad, el producto sugerido es Tazer® Xpert, un fungicida sistémico de aplicación foliar, formulado con azoxistrobina (25%) y epoxiconazole (12,5%). Una combinación de activos que, en una dosis recomendada de entre 300 y 400 centímetros cúbicos por hectárea, otorga muy buenos resultados en el combate de manchas y royas.

No obstante, la exposición de Balza se centró en el producto que está en etapa de prelanzamiento comercial: Excalia™ Max.

Es una “nueva revolución para el control de enfermedades en trigo”, remarcó el ejecutivo, porque supone el debut de la primera carboxamida desarrollada totalmente por Sumitomo, de nombre comercial INDIFLIN ™.

En concreto, Excalia™ Max es una doble mezcla de Inpyrfluxam (6%) y Tebuconazole (20%), que combina dos modos de acción: inhibición de la respiración celular y de la biosíntesis de ergosterol.

La dosis recomendada es de 600-700 cm3 por hectárea y los ensayos realizados, según explicó Balza, muestran excelentes resultados.
Por ejemplo, en la última campaña en un promedio de sitios donde se evaluó roya de la hoja, aquellas parcelas tratadas con Excalia™ Max tuvieron una incidencia menor al 20 %, mientras que en los testigos el valor estuvo cercano al 90%.

Asimismo, otro ejemplo que citó Balza es que Excalia™ Max en aplicación simple obtuvo en un set de ensayos una respuesta promedio de rendimiento en torno al 20% respecto del tratamiento testigo.